viernes, 5 de octubre de 2007

Pegan susto militares al subcomandante Marcos

Susto se llevó el subcomandante Marcos en una carretera cercana a Mazatlán, Sinaloa. El líder zapatista viajaba en un convoy rumbo a Sonora, y fue detenido en un retén militar. Los elementos del Ejército le pidieron que descendiera de la camioneta, pero él se negó. Luego de unos momentos de tensión, lo dejaron seguir su camino. Queda en el aire la pregunta si hubo hostigamiento deliberado o sólo una coincidencia en el encuentro.

Hoy se sabrá que como ex presidente, Vicente Fox tiene derecho a un número determinado de asistentes con cargo a la nómina federal. En su caso, son aproximadamente 25, cifra similar a la que conservan Luis Echeverría y Carlos Salinas. El punto es que don Vicente ubicó a algunos de esos ayudantes en la fundación de doña Marta, Vamos México.

El ex presidente Miguel de la Madrid, por cierto, se metió tangencialmente a la polémica sobre los lujos y bienes del guanajuatense. Hizo una mesurada crítica: “Un ex presidente se debe comportar haciéndole honor al privilegio que recibió del pueblo de México”.

En su carácter de presidente supremo del Consejo Nacional del Colegio de Abogados de México, acudió ayer a una reunión de litigantes. Ahí defendió a los ex mandatarios que, como él, cobran la pensión presidencial: “Hay que dotarlos de dignidad en su vida después de la Presidencia”.

Al Gore se siente en México como en su casa y quizá hasta mejor. Hoy se presenta en el marco del séptimo Congreso Internacional, organizado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico. Su presentación será a rigurosa puerta cerrada, sin invitados especiales, ni colados ni periodistas, porque en su contrato se especifica que la palabra ecologista sólo puede ser revelada a quien se caiga con su cuerno de mil 200 pesos.

En unos días se realizará el nuevo Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas, luego del escándalo por la venta de la prueba. Regularmente, las autoridades de Salud resguardaban el examen, pero ahora está bajo custodia de la Agencia Federal de Investigación, por si acaso.

Aquí le dimos cuenta de que la presidenta del PAN en el Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo, sobrina de la primera dama, Margarita Zavala, ofreció una cena a Germán Martínez, ex secretario de la Función Pública y aspirante a la dirigencia nacional panista. Nos platican que Diego Fernández de Cevallos, El (ex) Jefe, acudió al ágape. ¿Cuál es la señal?

Por cierto, Martínez incorporó en su equipo al ex vocero de la Secretaría de Energía, Homero Niño, quien será reemplazado por Héctor Escalante, quien ocupaba un lugar clave en el equipo cercano del vocero presidencial, Max Cortázar.

El presidente Felipe Calderón presenta hoy el Programa Nacional de Salud, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, acompañado del equipo del secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.

Pensar la desigualdad

La desigualdad es no tener lo que otros tienen. Si una persona trabaja cierto número de horas por un salario y otra tiene una jornada laboral menor con un ingreso mayor, sin duda hay desigualdad. En este sentido la desigualdad social es un hecho, como ver anochecer o salir el sol.

Sin embargo, la desigualdad no es interesante sólo porque existe. En realidad, su importancia radica en creer que buena parte de ella no debiera de existir. Si pensamos que es bueno que a trabajos iguales correspondan salarios iguales, el que alguien gane más trabajando menos tendría que corregirse. Cuando lo que las personas poseen difiere de lo que nuestros valores recomiendan, la desigualdad se convierte en un problema.

Así como preguntamos por qué algunos ganan más trabajando menos y proponemos respuestas, podemos cuestionar si es conveniente o no para la sociedad el que esto ocurra y plantear razones para nuestro juicio. En el primer caso esperamos encontrar la verdad mientras que en el segundo el bien, y en ambos casos es factible encontrar más de una contestación a nuestra inquietud. En el caso de la desigualdad, sin duda hay más de una respuesta al preguntarnos por qué debemos ocuparnos de ella.

Una primera motivación es la felicidad humana que es posible imaginar como denominador común entre nosotros. Cuando las personas con mayores recursos mejoran su posición, su contribución al bienestar general puede ser menor que cuando progresa una persona con menores recursos. Un peso extra suele hacer más feliz al pobre que al rico, por lo que la desigualdad reduce el bienestar social.

Una segunda razón son los riesgos de la vida. Si es probable que caigamos en la situación de los demás, ya sea para mejorar o empeorar, preferiríamos atenuar las cargas de la mala suerte y moderar las ganancias de la buena fortuna. Así, si para todos existe la misma probabilidad de ganarse la lotería o sufrir una catástrofe, preferiríamos atemperar los extremos con una distribución más igualitaria de los recursos sociales.

Un tercer motivo, similar al anterior, es el desconocimiento absoluto de muchos de los aspectos centrales de nuestra existencia, en donde ni siquiera se puede hablar de lo probable. Si existe total incertidumbre respecto a la posición que se ocupará dentro de una sociedad, es razonable escoger reglas que procuren impulsar la posición de los menos aventajados, pues uno podría estar en ella. Lo anterior no es otra cosa que una forma de recomendar menos desigualdad ante infortunios imprevisibles.

Otra motivación proviene del papel central que le damos a los seres humanos en contraposición a los objetos o los animales. Las experiencias valiosas de las personas son únicas e irrepetibles, por lo que todas requieren de una igual esfera de protección para llevarse a cabo. Igualdad de derechos y defensa de iguales libertades sería lo deseable socialmente.

Finalmente, si las diferencias en el desempeño social de las personas no sólo reflejan las consecuencias de sus decisiones sino también circunstancias fuera de su control que las ponen en desventaja, es razonable compensar tales circunstancias. No se puede hacer responsable a un individuo de recompensas o castigos por lo que está fuera de su control, como el género con el que nace, su origen étnico o sus antecedentes familiares. Para restituir el valor de la responsabilidad personal es necesario igualar el punto de partida de hombres y mujeres, grupos étnicos o individuos con herencias diferentes; sólo así podremos apreciar la aceptable desigualdad proveniente de la libertad para elegir.

Pero la desigualdad no sólo es cuestionable por la consideración de los demás o algún sentido de la justicia. También puede ser preocupante por los motivos más egoístas imaginables. A las razones éticas antes citadas se le pueden sumar diversas razones pragmáticas: la desigualdad puede generar la desintegración de los lazos interpersonales, un clima de hostilidad, violencia y crimen, conflictos sociales y en último término consecuencias indeseables incluso para los que se encuentran en las mejores posiciones dentro de la desigualdad existente. Por interés propio, puede evitarse una desigualdad social que inhibe la cooperación y genera la envidia, que promueve la agresividad o la confrontación, que no favorece el respeto a los derechos ajenos y justifica el delito, y que puede ser caldo de cultivo para la rebelión social.

Aunque por múltiples motivos la desigualdad social sea inconveniente, debemos preguntarnos a qué igual-dad debemos aspirar. A mi parecer, la igualdad pertinente corresponde a la libertad para vivir como persona: es la igualdad para poder generar frutos con nuestro esfuerzo aunque los frutos generados no sean los mismos entre las personas; es la igualdad para integrarnos dignamente a la sociedad que nos rodea aunque la forma específica de integración difiera según cada caso; es la igualdad para perseguir nuestros planes de vida aunque cada vida resulte diferente; es la igualdad para alcanzar cierta comprensión del mundo y de nuestra existencia aunque cada uno les dé un sentido distinto; es, en último término, la igualdad de oportunidades para ejercer significativamente nuestra autonomía como personas.

rodolfo.delatorre@prodigy.net.mx

Director de la Oficina del Informe Nacional de Desarrollo Humano

Llega a México el plan sin nombre

Mil millones de dólares en los próximos dos años, según anticipa el subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos Rico, será lo que reciba México en cooperación financiera estadounidense para el combate al narcotráfico. Urgen detalles en blanco y negro de fases y modalidades del acuerdo que, siendo recíproco y de buena fe, deberá estar exento de imposiciones y enmarcado en una política de Estado para la seguridad aceptable para todos en el país.

El inminente plan de ayuda —aún no bautizado— puede ser un buen marco de referencia para sentar las bases de un apoyo mutuo, siempre y cuando los términos del mismo sean muy claros.


Se requiere que haya buena dosis de sustancia en materia de capacitación técnica, de compartición de bases de datos criminales y de asistencia estratégica.


Debe apegarse estrictamente a lo que ya se sabe: que la ayuda no estará condicionada a la participación de miembros de las fuerzas armadas estadounidenses en territorio nacional. Cierto que por la parte mexicana sí hay militares, pero esta es una situación de emergencia que tendrá que ir cambiando paulatinamente hasta que la lucha contra la criminalidad quede en manos policiales.


También debe haber intercambio de información estratégica, inevitable para enfrentar un problema global que trasciende fronteras y que ni Estados Unidos ni México, por sí solos, podrán detener aisladamente en ninguno de los dos territorios; comunicación que, sin embargo, debe tener sus límites en el marco de la soberanía nacional.


En territorio mexicano, ni agentes encubiertos ni agentes armados ni agentes operando a ras de suelo, por más que a los funcionarios de Colombia les parezca algo natural y sin consecuencias diplomáticas.


Tampoco es deseable que la asistencia técnica venga revestida de proveedores privados de tecnología bélica, tipo Blackwater, con una muy cuestionada actuación en Irak. Mal haríamos en abrir la puerta a mercenarios en territorio nacional.


La agridulce experiencia del Plan Colombia nos invita a la cautela para que la asistencia no acabe siendo militar y con fines más allá de los originales. Es decir, que de combatir el narcotráfico y el contrabando de armas se pase a operaciones paramilitares que enfrentan grupos sociales o políticos.


Encauzar y transparentar debe ser la matriz de la nueva etapa de cooperación. Experiencias en el mundo nos muestran que es posible auditar ese tipo de acuerdos y sus alcances en la práctica, mediante la creación de comités de inteligencia, donde participen no sólo miembros del Poder Ejecutivo, sino del Judicial y del Legislativo, que estén siempre enterados de lo que se ejecuta. Quienes formen parte de los mismos se comprometen, bajo juramento, a no hacer pública información que comprometa operaciones anticrimen, lo que blinda a los comités de filtraciones indeseadas o actuaciones partidistas.


Al final, la cooperación bilateral nos debe ayudar a establecer una política de Estado en seguridad que al mismo tiempo que fortalezca nuestros cuerpos judiciales locales cierre el paso a cualquier intento de excederse.

Entrevista al Dr. Aaron Ciechanover, premio Nobel de Química 2004

¿Cuál fue el disparador de su interés en la ciencia, cuando, donde le surgió ese interés?

El hogar, sólo el hogar. Fue educado por mis padres para aprender, para leer, para preguntar, para ser curioso, para desafiar, no para tomar cosas por ganadas. Claramente esto viene de mis padres.

¿Fueron ellos científicos?

No, porque no es necesario ser científicos para generar esas actitudes. Es necesario ser rico en cultura y poseer curiosidad. Y todo lo que he hecho lo debo a mis padres.

¿Cuando obtuvo su primer instrumento científico?

Cuando yo tenía once años, mi hermano mayor me preguntó qué es lo que yo quería que me regalara. Yo dije un microscopio. Mi deseo por querer un microscopio vino de mis padres.

¿Cuáles fueron las profesiones de sus padres?

Mi padre fue abogado y mi madre profesora de Inglés.

¿Su escuela tuvo laboratorio?

Sólo para los niveles superiores. Yo tenía mi propio laboratorio en casa.

De modo que para usted fue fácil escoger su carrera universitaria…

Sí, pero primero escogí la carrera de medicina.

¿Cómo incentivan en Israel la vocación científica en los niños?

Tenemos programas especiales para niños excelentes, dándoles tiempo extra, llevándoles a la universidad para los jóvenes. Yo mismo me ocupo de niños con interés en la ciencia. Tratamos que ellos se entusiasmen por la ciencia.

¿Se ven resultados?

Sí, pero hay que tener claro que este tipo de inversiones tienen resultados en el largo plazo. No es inmediato.

¿Cómo incentivan a los jóvenes científicos?

Les damos becas para estudiar en el extranjero, les damos becas en Israel, les encontramos empleo en Israel, para que regresen. Hemos parado la fuga de cerebros, ofreciéndoles condiciones tentadoras para regresar.

Usted señaló que la aplicación de la ciencia hacia lo bueno o lo malo depende de la sociedad. Usted aplica las técnicas nucleares en la biología…

En mi laboratorio todo el tiempo se aplica las técnicas nucleares en ciencia.

¿Cómo ve la religión?

No la veo en el sentido de rezar todos los días, sino el de tener respeto por la complejidad de nuestra propia vida. Nuestra vida no puede ser separada en pedazos. Veo la religión como una humildad y modestia ante la complejidad de la naturaleza y la creación.

Creo que la complejidad de la naturaleza está más allá de lo que podemos aprender.

Lima, junio 2006

Decomisa Sedena 10 toneladas de cocaína, niega decesos

18:20 La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aseguró que en el enfrentamiento entre militares y delincuentes en Tamaulipas, no se registraron bajas de ninguno de los dos bandos, aunque se detuvo a siete sujetos y se aseguraron hasta el momento aproximadamente 10 toneladas de cocaína, aunque se continúa con el pesaje de la droga, lo que representa un aseguramiento histórico de droga en el país.

A través de un comunicado la dependencia dijo que el incidente se registró luego de que personal del Ejército recibieron una denuncia anónima, en la que se reportó que en la calle Reynosa, de la colonia Américo Villarreal, de la ciudad de Tampico, "se encontraba un grupo de personas armadas en vehículos bloqueando la calle".


Personal del 15/o. Batallón de Infantería se dirigieron al referido domicilio, en el que detectaron "a un grupo de personas descargando bultos de un contenedor enganchado a un tractocamión".


Los sujetos al percatarse de la presencia militar "agredieron con armas de fuego a las tropas, habiéndose repelido la agresión sin que se hayan registrado bajas en ambas partes", con lo que la Sedena desmintió las versiones sobre la muerte de efectivos del Ejército en este enfrentamiento.


A raíz del enfrentamiento fueron detenidos siete sujetos, identificados como:


ALBERTO DÍAZ MARTÍNEZ, de 42 años de edad, originario de Tampico

JUAN MANUEL GARCÍA SANCHO, de 56 años de edad, originario de Tuxpan, Veracruz.

ROBERTO JAVIER REYES ÁLVAREZ, de 23 años de edad, originario de Ciudad Victoria.

JOSÉ GUADALUPE VILLANUEVA GALVÁN, de 30 años de edad, originario de Reynosa.

CARLOS CERDA GONZÁLEZ, de 35 años de edad, originario de Tampico.

JAVIER SÁNCHEZ CERVANTES, de 31 años de edad, originario de Tampico.

CARLOS CORTES HERNÁNDEZ, de 37 años de edad, originario de Ciudad Madero.
La Sedena también informó que en el lugar se aseguraron.


10 toneladas de cocaína aproximadamente (se continua su pesaje).

8 vehículos (2 sedan, 5 camionetas y un tractocamión).

3 armas largas.

2 armas cortas.

39 cargadores para diferentes armas.

cartuchos de diferentes calibres.

un montacargas.
mzr